Lyrics
Luz de celular en la cara cansada, noticias en mute, mesa desordenada. Grupo explotando entre memes y voz, nadie está bien pero seguimos los dos. Rotos pero bailando, sin un mango, igual brindando. Cuando todo se viene abajo, nos miramos y seguimos bancando. Alarma temprano, sueño cortado, colectivo lleno, boleto salado. Mail tras mail, pantalla brutal, pensando “¿esto era ser grande al final?”. Café recalentado, precios por el aire, tu sueldo corriendo atrás de cada baile. Mensajes con “che, no llego a pagar”, pero igual el viernes alguien escribe “¿armar?”. Somos generación del “me quiero ir”, y al mismo tiempo no podemos partir. Rotos pero bailando, sin un mango, igual brindando. Cuando todo se viene abajo, nos miramos y seguimos bancando. Foto desde afuera, nieve y balcón, “acá está tranqui, venite”, dice el mensaje al renglón. Vos mirás la esquina, el kiosco, el zaguán, esa bici vieja, tus amigos en diván. Guardás el pasaje en la imaginación, es plan de escape y es contradicción. Entre CVs en otro idioma y temor, hay un asado el domingo tirando de ese olor. Brindo por llorar en el baño del bar, por salir riendo sin saber qué va a pasar. Por la birra tibia, por el fernet, por decir “no puedo” y aparecer igual después. Rotos pero bailando, sin un mango, igual brindando. Si el futuro viene torcido, lo enderezamos a puro ruido. Rotos pero bailando, quemados pero acompañando. Mientras todo se desordena, nos abrazamos y baja la pena.
Listen